El amor autentico y de por vida

El amor entre hijos y padres, perdura desde el interior, darle ese valor y poder de decisión debe ser nuestra motivación.

Se puede hablar de amor de millones de maneras y formas, pero el más increíble es el amor que se vive entre un padre y un hijo. Desde el mismo instante en que se decide por amor traer un ser a esta vida, se trae con el corazón, con el amor, y con todas las maravillosas consecuencias de ese momento.

Ser padre es sentir que algo de ti, perdurará después de ti, sentir que puede hacer algo más grande que lo que has sido tú, sentir que el amor más sano y duradero nace de esa unión inocente.

Debemos darle ejemplo, valores, y normas de cómo se vive la vida. Debemos darle pautas para que ellos puedan vivir su vida. Tenemos que enseñarles que la vida es un regalo, debes divertirte en todo el proceso y que inevitablemente tendrás tropiezos, unos más duros otros más simples, pero siempre has de levantarte y continuar con tus sueños, porque esos sueños son los que al final darán sentido a tu vida.

Ella o él, tiene derecho a equivocarse con sus pasos, tiene derecho a DECIDIR desde el deseo, nunca desde el capricho momentáneo. Aprender que no serán niños toda la vida, y que lo que el corazón nos dice «mi niña» la realidad te dirá «mi señorita o mujer». Debemos darle las herramientas desde el amor, para entender que se trata de ser mejores que uno.

Para mi es fundamental que tengan poder de DECIDIR con valentía, si más, que arriesguen en cosas que nosotros a lo mejor dejamos pendiente en nuestro momento, que nunca porque yo no pude tú tampoco podrás, porque esa insatisfacción personal nada tiene que ver con ella.

Lo que yo viví, lo viví yo, nada más que el amor que te tengo debe de importar para ti. Tú has de decidir, para obtener seguridad, confianza y experiencia en lo que vales, sin necesidad de que papá sea que te mande.

Decide vivir tu vida, y recuerda, que en el corazón de tu padre siempre estará dispuesto a recogerte, hayas actuado como hayas actuado, porque quien soy yo para reprocharte hija que lo hayas intentado.

Buscare contigo y siempre desde ti, la mejor solución en cada momento, y seré siempre quien te tienda la mano para ayudarte a seguir caminando tu camino: te apoyare, te entenderé, te animaré, porque lo único que realmente esperas de mí, es que te amé y eso ya lo conseguiste el día que te conocí hija mía.