Psicoterapia para tratar ansiedad en Tenerife

Este concepto tal cotidiano en nuestra vida, se suele realizar de manera consciente o inconsciente por nuestra mente.

Detrás de la definición de envidia siempre existe el ANHELO DE ALGO. Puede ser de múltiples formas y maneras, en lo material (casas, coches, etc.) o en lo personal (carácter, personalidad). Siempre se esconde ese Anhelo normal de todo ser humano de ser mejor.
Debemos entender que la envidia como tal se presenta con dos caras. La primera y más corriente:

La negativa, donde la persona quiere algo que otro tiene, y le cabrea profundamente que ese otro posea lo que él desea. Ante esta situación se puede pensar y manifestar que como yo no puedo, porque soy menos. Entonces lo que único que puedo conseguir es que ese otro pierda, que deje de tener eso. Ejemplo. Cuando observamos alguien que te ve feliz, por la circunstancia que sea, y en su foro interno no lo es, lo único que busca es la manera de joderte para que te sientas mal, y así se equilibren las dos partes. “SI YO NO ESTOY BIEN TU TAMPOCO PUEDES”.

Con esta postura de envidia negativa, el envidiado siente ese malestar en ese momento, pero el envidioso no se aplaca su frustración porque el otro se sienta mal, ya que cuando acabe ese instante de triunfo, el exitoso, seguirá siéndolo a pesar de mínimo mal rato. Fijemos nuestra atención entonces en el envidioso. El sentirá victoria pero seguirá también amargado y no habrá conseguido sino una pequeña batalla en su guerra personal. Sin darse cuenta que esa envidia negativa, que solo desea, no solo no tengas sino que yo tampoco tenga, a ninguno le ayuda, ni le suma como persona.

La positiva: La segunda manera de enfocar la envidia, es menos frecuente, pero termina con la batalla personal del envidioso, desde mi humilde sentir. Y si por un momento, el envidioso se plantea, “joder si el, lo ha conseguido porque no lo puedo conseguir yo”. Comienza a valorar que es igual que cualquier, y que únicamente se trata de observar para ganar el, para que la persona a la que envidia le sirva de motivador, de guía, y fijándose y sintiendo que puede conseguirlo de igual forma, solo con pro ponérselo.

Si tú lo has conseguido, me alegro, porque me da la posibilidad de saber que se puede conseguir, que si tú has luchado durante tiempo, o has trabajado duramente para tener lo que tienes , ese debe ser el camino para que tu envidia tenga un sentido real en tu vida. Si el otro ha podido llegar y ser como es, TÚ TAMBIÉN LO PUEDES CONSEGUIR, no es más que un cambio de óptica, donde ambos en definitiva ganan, porque nadie resta.

Envidiar nos hace sentirnos pequeño frente a los demás, cuando nos hace daño, y nos infravaloramos innecesariamente. Debemos sentir que podemos, que con herramientas, trabajo, deseo, lucha, ilusión, ganas, y sobre todo, como libertad de decidir puedes conseguirlo, que puedes tardar más o menos, eso que más da, la perseverancia y la constancia han de ser tu guías, siempre para ganar y darte cuenta por ti mismo que se puede, que si quieres puede, tener o ser como querías, porque se puede y depende de ti.

Dejemos de mirar al otro mas allá de saber que se puede, y centrémonos en conseguir lo que es mejor y mejorable en nuestras vidas. No se pierde solo se gana con ello.

EL ENVIDIADO SOLO ES ALGUIEN QUE CONSIGUE LO QUE TU ANHELAS Y TE NUESTRA EL CAMINO PARA IR A POR ELLO.